La Bodega

Numanthia

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Nota de cata

Vista

Color rojo picota con reflejos rubí. Muy limpio y brillante.

Nariz

Intensidad aromática muy alta, con notas de frutos rojos, frambuesa y grosella. Aromas frescos de hierbas aromáticas: eucalipto y tomillo. Muy complejo y persistente.

Boca

Vibrante, con una entrada muy fresca y frutal. Amplio y redondo en mitad de boca con taninos envueltos y sedosos. El retrogusto es muy intenso.

Información Técnica

Crianza

Crianza
Denominación de Origen

Toro
Uva

Tinta de toro
Elaboración Especial

Ecológico
Pais

España
Maridaje recomendado

Carnes asadas, Carnes
Zonas

Castilla y León
Alcohol

15,0%
Ocasiones

Impresiona a tu cuñado
Puntos VIVINO

3,9
Tipo de Vino

Tinto

Termes

A lista de deseos

peñín92
parker91
decanter94
Suckling94
vivino3,9

2 opiniones

Añada

2021

Formato

Botella de 75cl.

-10%

Oferta por tiempo limitado:

22,95 € 25,50 €

Te sale a 30,60 €/l

Descripción de Termes

Termes, de Bodegas Numanthia nos trae este tinto con D. O. Toro. Elaborado con las viñas más jóvenes de Numanthia que tienen entre 30 y 50 años de edad, este Termesse muestra generoso y con la expresión más frutal de la Tinta de Toro. Un vino con personalidad y muy buena relación calidad-precio que sorprende por su intensidad y frescura.

Recomendamos maridarlo con

Carnes
Carnes asadas

Elaboración Termes

Notas del Viñedo

Viñedos ubicados a los dos lados del Duero, tanto al sur como al norte, a 700 metros de altitud. Cultivo ecológico y de secano, donde el suelo es franco-arenoso.

Elaboración

Elaboración tradicional. Despalillado total. Cuatro días de maceración en frío. Fermentación alcohólica de 7 días con remontados (entre uno y dos al día). Después de la fermentación alcohólica se hace una maceración prolongada con los hollejos y ligeros pisados. Temperatura controlada entre 28 y 29ºC. Fermentación maloláctica en depósitos de acero inoxidable. Crianza de 16 meses en barrica de roble francés (el 20% es nueva y el resto es de segundo uso), con trasiegos cada 4 meses.

Climatología

Tras un caluroso verano, algunas precipitaciones a finales de agosto retrasaron ligeramente la vendimia pero fueron imprescindibles para reactivar el proceso de madurez. Las viñas afrontaron las altas temperaturas de junio, julio y agosto gracias a la reserva de agua en el subsuelo procedentes de una primavera lluviosa y un par de tormentas de verano que contribuyeron a mantener la humedad disponible para las cepas.