Mosaico de identidades vitícolas
En el Valle del Avia, provincia de Ourense, Alma de Carraovejas ha desembarcado para dar continuidad a un pequeño gran proyecto vitivinícola.
En las laderas esculpidas en granito de Ribeiro han encontrado un nuevo tesoro que guardar. 14 parcelas del típico minifundio gallego que comprenden unas 18 hectáreas de terreno nutren de materia prima una pequeña bodega que busca elaborar vinos tradicionales y precisos respetando al máximo la personalidad atlántica de sus viñedos.
Producciones bajas, rendimientos controlados con podas excepcionalmente cortas, respeto al medio y una vez en bodega una filosofía dirigida a buscar la identidad de la zona sin demasiados protagonismos desde la enología.
Tintos sabrosos y frescos y blancos crujientes y abiertos de fruta como pocos en la zona.
Un testigo de dos grandes proyectos como Viña Mein y Emilio Rojo que continúan su andadura de la mano de un equipo joven pero decidido a poner Ribeiro en el lugar que merece.