Cinco generaciones de tradición vitivinícola
Desde 1870, a lo largo de cinco generaciones, la familia se ha dedicado al cultivo de las viñas y a la elaboración y crianza de los mejores caldos de Rioja. Manteniendo vivos el conocimiento y la tradición, se ha sabido transmitir de padres a hijos adaptándolos siempre a los avances tecnológicos y al respeto por la tierra y la vid.
Entre sus pagos más prestigiosos destaca La Veguilla, 10 hectáreas con abundancia de canto rodado, plantada de Tempranillo y una pequeña proporción de Viura y Malvasia. Tras una concienzuda selección de sus cepas, que de manera natural producen tan solo 2 ó 3 racimos, una vendimia artesanal y una meticulosa crianza, se obtiene el prestigioso Amancio.
La viticultura, tradicional, está basada en la cultura de sus antepasados y es respetuosa con el medioambiente, pero actualizada y mejorada con las técnicas actuales. Esta se singulariza por una total ausencia de insecticidas y herbicidas, el uso de cobre y azufre y el abonado orgánico, que hace habitual la presencia de la flora y fauna autóctona dentro de sus viñedos.