La máxima expresión del viñedo
Bodega francesa que cuenta con ocho hectáreas de primera calidad en la zona de la Côte d’Or. En esta bodega conviven la tradición y la última tecnología. Los racimos se despalillan por completo y se introducen en depósitos de cemento de 25 a 50 hl, sin apenas estrujar, para su posterior maceración en frío. La fermentación se realiza controlando la temperatura y reteniendo el CO2 para mantener el frescor aromático de la uva. El vino se deja reposar con sus lías hasta su trasiego a barricas de roble, nuevas para los Grand Cru y de segundo o tercer uso para el resto de la gama, donde se criarán entre 15 y 18 meses, dependiendo de la añada. Los vinos se embotellan aplicando dosis mínimas de sulfuroso, sin clarificar ni filtrar para mantener la tipicidad de cada terroir.