Bodegas Habla puso en el mercado la idea de ser capaces de elaborar un vino con una identidad única en Extremadura. Mas allá de convencionalismos y la propia denominación, Habla pretende elaborar vinos para consumidores que buscan algo diferente, partiendo de sus casi 200 hectáreas propias de viñedo plantadas entre Trujillo y Cáceres.
La excelencia hecha realidad
Bodega afincada en una zona de suelos pizarrosos y poco fértiles. Una tierra ácida, de escasa humedad y con grandes contrastes de temperatura entre el día y la noche. Pero la suerte es que la zona posee un microclima específico que consigue una mayor expresividad de cada una de las variedades plantadas.
Las variedades elegidas han sido tanto autóctonas, como laTempranillo, como también foráneas como Cabernet sauvignon, Syrah y Petit verdot.
El viñedo está dividido en 68 parcelas en las que se realizan análisis científicos del suelo y de sus características climáticas.
Todo el movimiento de la uva, cuando ya está en bodega, se realiza por gravedad para preservar su estado óptimo de cara a la maceración. La uva llega intacta a los depósitos a una temperatura constante de 6ºC. Cada parcela tiene su correspondencia con un depósito en el que la uva macera según sus propias necesidades específicas y se cría igualmente en distintas barricas, siempre de roble francés.