La paciencia es la carta de presentación de la bodega donde lo bueno se hace esperar. Bajo la premisa de que el vino nace en la viña, este solo sale al mercado en su momento óptimo, sin prisas, respetando al máximo la singularidad de cada añada.
Sin duda alguna, la madurez marca la diferencia en todos los vinos de esta bodega del Somontano.
Esta bodega acredita 53 hectáreas y es una de las bodegas más pequeñas de esta DOP aragonesa, donde toda la cosecha es recolectada y seleccionada a mano al 100 %, y donde no hay una fecha de vendimia estipulada, esta se decide saliendo al campo y catando uvas.
Así, con cariño, serenidad y tesón, obtienen unos vinos con cuerpo, frescos, equilibrados, especiales y en los que el terroir y la variedad alcanzan su máxima expresión.