La joya de Borgoña
Bodega fundada por Simon Verry en el siglo XVIII durante el reinado de Luis XV, fue posteriormente comprada por la Casa Bollinger.
Una específica, precisa y milimétrica selección de parcelas individuales consigue aumentar la calidad y el mejor rendimiento del viñedo. El suelo en estas zonas, además, favorece que las raíces de las viñas se extiendan más profundamente y por lo tanto expresen mejor la tipicidad del terruño.
En esta bodega predominan las variedades potenciales de Borgoña: la blanca Chardonnay y la tinta Pinot Noir. Cada una de ellas lleva técnicas de vinificación distintas para la obtención de los vinos.
La variedad Chardonnay, suele realizar un prensado neumático donde eliminan el primer y los últimos prensados para obtener el vino base. La fermentación a su vez se realiza en barricas de roble bajo un estricto control de temperaturas.
En cuanto a la Pinot Noir, los racimos entran enteros en los depósitos de fermentación y así se consigue un control mejorado de la temperatura, la liberación gradual de los azúcares y una estructura tánica más elegante