La historia de Canadian Club se remonta a 1856, cuando Hiram Walker se estableció en la orilla canadiense del Río Ontario e inició la destilación de un whisky destinado a marcar un hito.
En aquel tiempo la mayoría de los whiskies eran vendidos en barriles y servidos en jarras, pero Canadian Club había nacido para ser el whisky de los caballeros y los hombres de negocios, y como tal se convirtió en el primero en ser embotellado y etiquetado. Su éxito fue tal que en 1900 ya habían surgido más de 40 imitadores. Estos fueron perseguidos en una de las primeras campañas de publicidad que se recuerdan proclamando la autenticidad del producto y denunciando las imitaciones.
El periodo de la ley seca en Estados Unidos en el que se prohibió la producción, venta y consumo de bebidas espirituosas fue el detonante de la expansión del Whisky Canadiense. El efecto del contrabando en los gustos de los norteamericanos fue tan importante que, aún hoy, el Whisky Canadiense es el más vendido en aquel país.
Cien años más tarde, este destilado se ha convertido en un clásico en plena expansión en todo el mundo que, con su sello de calidad y distinción, ha superado los 2,7 millones de cajas vendidas, liderando los mercados de Canadá y Estados Unidos.
Se caracteriza por ser un whisky de gran pureza envejecido 6 años en barricas de Bourbon. De color dorado y con aromas a madera nueva, es suave, con recuerdos a centeno y un final ligeramente ahumado.
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