Vendimia 2020, malas añadas y otros Expedientes X

Cada vez que nos preguntamos sobre la importancia de las añadas en el mundo del vino, tenemos una oportunidad para recordarnos a nosotros mismos que el vino procede de las uvas. Esas bayitas tan ricas que aparecen en las vides cada año si no pasa nada raro, y que unas señoras y señores tienen a bien cuidar, poniendo todo su mimo y su lomo, y en un momento dado vendimiar y convertirlas en vino. No por obra de magia, sino casi siempre de sudor y lagrimas. La cantidad de sudor y lagrimas (e incertidumbres a las que les somete la Pachamama), suele ser inversamente proporcional a la capacidad de invertir dinero en mas manos, mas ayudas químicas, y mas tecnología, no siempre en aras de una mayor calidad o respeto al medio.

De algun modo tenemos que entender que cada año el viñedo (la meteorologia y la naturaleza resumen) da unos mimbres con los que trabajar a viticultores y enologos, y que en funcion de cual sea nuestro objetivo al pensar y crear un vino, nos podemos acercar mas o menos a la identidad de la añada, dando lugar a vinos con mayor variabilidad, o a un producto mas homogeneo.

Pero entonces, ¿Mi vino favorito ya no me gustará el año que viene?

Que no cunda el pánico. Que cada añada pueda ser diferente no quiere decir que un enologo, o una bodega, no sea capaz de imprimir un estilo en sus vinos, una especie de marca de agua que nos hace identificarlos, reconocerlos, y suspirar confiados cada vez que olemos lo que esperábamos oler.

Sin embargo lo bonito (y a veces frustrante) del vino, es que es un proceso vivo. Y ademas de vivo, muy multifactorial. Con lo cual a veces nos resulta complejo saber a ciencia cierta que grado de cambio en un vino de una añada con respecto a otra, puede ser debido a cambios de aspectos procedentes de lo relacionado con la añada, o de los cambios en las elaboraciones, bien sea por decisión propia del enólogo o por intentar acercarnos mas o menos a cierta tendencia. Así, un vino que recordábamos muy contundente, concentrado, pesado, un par de añadas mas tarde, en una añada similar de repente se convierte en un vino mas fluido, mas refrescante, mas ligero. No es que hayan puesto a las cepas a dieta, ni han puesto sombrillas gigantes en el viñedo para que no les de tanto el sol, sino que simplemente alguien ha decidido hacer algo diferente enológicamente, para algunos mejor y para otros peor, utilizando los recursos y la técnica disponible.

Un símil que todos veremos claro (aunque igual no le haga gracia a algún colega CraftBeerManiaco). Para elaborar una cerveza, podemos cambiar los ingredientes, temperaturas y tiempos de fermentación, o los recipientes en los que elaboramos cada lote. Pero ninguno de estos factores va a depender directamente del año natural (salvo en algunos estilos muy específicos como las cervezas tipo lambic con crianzas y designación de añada)

¿Que es una buena añada y una mala añada?

La cuestión es para quién. Una añada complicada meteorológicamente por ejemplo, una añada muy lluviosa, con muchos problemas sanitarios, con una merma importante a nivel de produccion, puede en cambio ser un año fantástico para algunos productores que hayan tenido la suerte y el conocimiento para sortear esos problemas, bien sea por ubicación o por haber tomado las decisiones perfectas en los momentos clave. Y para mas INRI la dureza de esa añada especialmente fría puede favorecer por ejemplo la longevidad, dar mas frescura, incluso mas finura en algunos estilos concretos.

Desde la perspectiva del viticultor por un lado, una buena añada será aquella que tenga un buen equilibrio meteorologico, la suficiente agua (pero no demasiada), el suficiente calor, buenas oscilaciones térmicas sin sobresaltos, frio cuando tiene que hacer frio, y calor cuando queremos que el ciclo de la planta siga hacia adelante. Todo en su justa medida y sin pasarse, como en El Precio Justo. Y lo mas importante, que podamos recoger el mayor numero de kilos de uva sanos, para recompensar el trabajo de todo un año. Si ademas un vitivultor lleva sus uvas a una cooperativa en muchos casos ademas buscara el mayor grado alcohólico posible (las liquidaciones se continúan haciendo por la proporción de kilo/grado).

Desde la perspectiva del enologo a veces, incluso no es suficiente, y muy probablemente buscará frutos con mayor concentración y mejor madurez fenólica que industrial. Para que nos entendamos buscara mas precursores de aromas y sabores y elementos como acidez o buena concentración, mas que simplemente alcohol y mostos de uva mas diluidos tipicos de vendimias con mucha carga de fruta en la planta. Y a veces para eso es necesario que la planta no esté tan «cómoda» y el ciclo madurativo por ejemplo sea un poco mas accidentado pero algo mas largo.

Desde la perspectiva del Consejo Regulador… el organismo que en cada Denominacion de Origen se encarga de decirle al consumidor cómo van a estar los vinos que se hacen en esa misma zona y que quieren que ese mismo consumidor consuma… pues casi siempre estan buenisimos XD. En su defensa hay que decir que si es cierto que los vinos en casi cualquier sitio del mundo cada vez son mas correctos en tanto en cuanto cada vez hay mejores enologos, que saben mas y mejor como hacer su trabajo, tienen mas medios y mas conocimiento. Pero sabemos bien que el clima no esta siendo necesariamente mas benigno con nuestros viñedos, por lo tanto esas notas medias muchas veces no son realmente representativas.

Finalmente el consumidor acaba entendiendo si la añada es buena conociendo concretamente la zona y el productor concreto del que habla y el factor que acaba dándole más información suele ser el precio. No tanto por calidad en sentido estricto sino mas bien por el concepto de oferta y demanda. Y como decía Manuel Manquiña en Airbag (Juanma Bajo Ulloa 1997) «el concepto es el concepto». Las buenas añadas de calidad suelen ser algo mas caras. Las malas añadas de producción, también suelen ser mas caras. Las buenas añadas, si son cortas, suelen ser doblemente mas caras.

¿En que vinos la añada es especialmente clave?

La pregunta es tendenciosa porque implica que en algunos no lo sea. Pero sin ponernos papistas existen estilos de vino donde es, si cabe, mas relevante. En estilos de vino mas sencillos (que no peores), puede haber mas carga de fruta o mas alcohol en una añada que en otra pero en general no habrá grandes cambios (desde la perspectiva del consumidor al menos).

En el mundo de los espumosos por ejemplo, pensemos en el arco mediterráneo, en la zona del Penedés concretamente donde elaboramos algunos de los mejores vinos espumosos del mundo, gozamos de un clima cálido pero templado por la cercanía al mar, donde bien que mal todos los años podemos tener maduraciones completas y cada año elaborar un vino. Sin embargo en zonas como Champagne, una de las regiones mas septentrionales de cultivo del viñedo y mas severas por tanto para la planta, no todos los años disfrutan de condiciones meteorológicas lo suficientemente agradables para llevar las maduraciones de la uva al punto que necesitan para elaborar grandes vinos. En zonas como esta la calificación de añada (que podéis encontrar en sus etiquetas como Millesime o Vintage, haciendo referencia al año) se reserva solo para aquellos grandes años y grandes vinos que realmente se consideran capaces de trascender en el tiempo y que no requieren de ninguna mezcla con vinos de otros años.

La búsqueda del caballo ganador

Pero si hay una familia de vinos donde nadie quiere especular con las añadas es con los vinos… caros. Bromas a parte es cierto que los grandes vinos históricos, las grandes zonas de elaboración, lo que conocemos como el «fine wine», si que tenemos mucho mas claro cuales son las mejores y las peores añadas, o al menos conocemos mejor la identidad de las añadas, sobretodo porque tenemos muchos mas especialistas año tras año, durante muchos años, catando, comparando, y comprando. Hablamos de los incunables mas o menos accesibles: los Grand Crus Classées de Burdeos, los pequeños viñedos de los grandes nombres de la Borgoña, los riojas históricos, los elaboradores estrella de Piamonte, Toscana o Napa, o los nombres propios como Vega Sicilia.

En este caso lo mas fácil, si no se tiene la experiencia necesaria, siempre se puede acudir a las tablas de añadas. En ellas se habla de cuales son las añadas interesantes para comprar, beber o guardar. Si queréis saber información concreta de diferentes zonas para saber dónde puede ser interesante buscar os dejamos uno de los Vintage Chart (algo así como un informe de añada) que mas nos gustan que cada año reedita cdn.wineenthusiast.com. Aquí también podréis ver un resumen de añadas míticas de cada zona.

De cualquier modo la mala o la buena noticia, es que como ya sabeis en el vino nunca 2 + 2 es igual a 4. A veces es interesante probar añadas con puntuaciones mas modestas en elaboradores de confianza y encontrar ademas de grandes vinos, buenas ofertas.

Añada 2020: CoVid 2019. Qué esperar de la añada en que todo cambió.

Hemos querido hablar con algunos protagonistas para que nos cuenten como se está viviendo en el viñedo la vendimia del año mas convulso que recordamos.

Jorge Navascués, enólogo de Bodegas Contino y Pago de Ayles y asesor en otras zonas como Navarra con Viña Zorzal o en Valdeorras con el mismo grupo CVNE (y proyectos propios en Requena o Cariñena), tiene una vision muy completa de la temperatura de la vendimia. «Esta siendo un año muy complejo, y sobretodo heterogéneo, la diferencia entre parcelas o diferentes zonas es muy importante. La sanidad por culpa de las pluviometrias tan altas y el mildiu, y la maduración con un ciclo adelantado pero muy largo han sido claves». Jorge nos cuenta que estas irregularidades han obligado a que en Contino por ejemplo entren parcelas de tinto antes que de blanco. A pesar de todo, nos dice, «Aquellos viticultores que hayan sorteado el mildiu y vendimiado a tiempo, podran tener una añada interesante, con buenas acideces, y vinos para perdurar en el tiempo gracias a la complejidad del año».

Similar experiencia nos cuenta Agusti Torelló Roca, una de las caras mas jóvenes del Penedés y Montsant, pero con décadas de experiencia acumulada en la familia y una perspectiva precisa y respetuosa tanto del viñedo de su Penedés natal como de sus elaboraciones en vinos espumosos y tranquilos. «A un inicio de ciclo temprano por culpa de un invierno demasiado templado y a las precipitaciones casi constantes hasta el inicio del verano, se añadió un verano muy seco.» Nos comparaba la añada actual con el 2018 donde también hubo bastante pluviometria y mildiu pero nos daba una clave, hace dos años un invierno frio ayudó a que el ciclo comenzase mas tarde, la planta agostara debibamente, y por tanto no fuese tan dañino.

También hemos escuchado la versión de alguien que aun recuerda con escalofríos hasta donde puede llegar la indefensión del viticultor frente a una meteorología en contra, «la helada de finales de Abril de 2017 nos dejó con un año en blanco». Alberto Pedrajo y Javier Trigueros, alfrente de Alonso y Pedrajo, una pequeña joya de proyecto vitivinicola en Villalba de Rioja han visto en su corta andadura en la finca propia el aspecto mas duro de la exposición a las vicisitudes de una añada. En este 2020, ya de por sí accidentado, Alberto nos cuenta que ha sido una montaña rusa «un año de mucho campo, donde hemos tenido que estar muy pendientes, mucho vigor, mucha agua y lo que eso conlleva». A pesar de ello, nos aconseja que no perdamos de vista los vinos blancos (los suyos siempre suelen dejar bocas abiertas), y baticina un año de blancos excepcionales de Rioja.

Esperamos que esta vendimia sea el comienzo de otra gran añada y que el trabajo de viticultores y enólogos nos haga recordar este año no sólo por ese maldito bicho (y no me refiero al mildiu) ?

Sabias que

La vendimia en el hemisferio sur se lleva a cabo entre Febrero y Abril, justo al reves que en los viñedos del hemisferio norte.