Errores más frecuentes que no debes cometer al beber vino

El vino es una bebida que merece ser disfrutada en su máxima expresión, pero muchas veces, pequeños errores al consumirlo pueden afectar la experiencia. En este artículo te contamos los errores más comunes que no debes cometer al beber vino y cómo evitarlos para aprovechar al máximo cada copa.

Llenar la copa al máximo

Uno de los errores más frecuentes al servir vino es llenar la copa de vino hasta el borde. Aunque pueda parecer práctico, este hábito limita la capacidad de la copa para airear el vino y que los aromas se desplieguen correctamente. Recuerda que la copa debe llenarse aproximadamente hasta un tercio de su capacidad. Esto permitirá que el vino respire y que puedas disfrutar plenamente de su bouquet.

Consejo: Si estás en una cena o cata de vinos, servir menos también te permitirá degustar distintos vinos sin saturarte. En este post te contamos como hacer una cata de vinos paso a paso.

Sujetar la copa por el cuerpo o balón

Sujetar la copa por el cuerpo o el balón (la parte redonda) es otro error muy común. Al hacerlo, transfieres el calor de tus manos al vino, lo que puede alterar su temperatura ideal. Además, las marcas de los dedos pueden ensuciar el cristal, dificultando la apreciación visual del vino.

Sostén la copa por el tallo, de esta forma mantendrás la temperatura adecuada y disfrutarás mejor de la experiencia sensorial.

Beber muy rápido

El vino está pensado para ser disfrutado con calma, saboreando cada trago. Beber demasiado rápido impide apreciar sus matices, aromas y sabores. Además, puede conducir a una ingesta descontrolada que resta disfrute y elegancia al momento.

Guardar el vino durante muchos años

Existe la creencia de que todos los vinos mejoran con el tiempo o que debemos guardarlo para ocasiones especiales muy a largo plazo, pero esto no siempre es cierto. No todos los vinos están diseñados para envejecer, y muchos pierden sus propiedades si se almacenan durante demasiados años. La mayoría de los vinos están listos para ser consumidos dentro de unos meses o pocos años tras su compra.

Para asegurarte, consulta la etiqueta de la botella de vino o pregunta al sommelier sobre el tiempo ideal para consumir tu botella.

Ignorar los maridajes

El maridaje es una parte esencial del disfrute del vino. Ignorar qué tipo de vino combina mejor con cada plato puede llevar a experiencias menos agradables, ya que los sabores pueden chocar en lugar de complementarse.

Por ejemplo:

• Vinos tintos: Perfectos para carnes rojas y guisos.
• Vinos blancos: Ideales para pescados, mariscos y ensaladas.
• Espumosos: Excelentes con aperitivos o postres.

Experimenta diferentes maridajes para descubrir cuáles realzan mejor el sabor del vino y de tus comidas.

No tener en cuenta la temperatura ideal

Servir el vino a una temperatura inadecuada puede arruinar su sabor. Si está demasiado frío, los aromas y sabores se verán opacados. Si está demasiado caliente, el alcohol dominará el paladar.

Te damos una guía rápida de temperaturas, aunque si quieres profundizar en este artículo te contamos como conseguir la temperatura ideal para cada tipo de vino:

• Tintos ligeros: 12-16 ºC.
• Tintos con cuerpo: 16-18 ºC.
• Blancos y rosados: 8-12 ºC.
• Espumosos y dulces: 6-8 ºC.

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